
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) emitió un comunicado expresando su preocupación por la falta de un presupuesto aprobado por segundo año consecutivo, lo que consideran una mala noticia para el sistema universitario.
“Cuando el presupuesto lo resuelve el Congreso Nacional, se asegura transparencia y previsibilidad, lo que permite planificar acciones y el desarrollo de nuestras instituciones”, señalaron, destacando las dificultades de depender de un Ejecutivo nacional con restricciones en sus gastos.
En su último plenario, rectores de universidades de todo el país solicitaron al Gobierno nacional una serie de medidas: recomposición del presupuesto de gastos de funcionamiento, transferencia de fondos para programas específicos, actualización de becas estudiantiles, reactivación de la inversión en infraestructura y equipamiento, y la reapertura del ámbito paritario nacional para discutir una propuesta salarial consensuada.
“Creemos en el acceso a la educación superior como un derecho y en la importancia de la producción científica para transformar la realidad”, concluyeron.
Los rectores advirtieron que la pérdida acumulada en 2024, sumada a la transferencia nominalmente inferior en los primeros meses del año respecto al año anterior, ha generado una diferencia del 134% entre la variación de precios y las partidas otorgadas para gastos de funcionamiento. “La situación es crítica, y solo hay dilación e indiferencia”, afirmaron.
También hicieron hincapié en las demoras en la actualización de haberes, que afectan a más del 80% del personal, lo que empuja a muchos docentes y no docentes a recibir salarios por debajo de la línea de pobreza, una situación que calificaron de “inadmisible e inexplicable”.
Respecto al sistema científico, anticiparon que el panorama es aún más grave, advirtiendo que “será terminal si no se toman medidas para revertir la desinversión”. Sin recursos para equipamiento e infraestructura, y con proyectos de investigación discontinuados, la situación es alarmante.
Finalmente, denunciaron que obras de infraestructura necesarias permanecen paralizadas y que los sistemas de becas no se convocan en tiempo y forma, sin actualizar el valor del estipendio. “La situación es más compleja que el año anterior”, afirmaron los responsables de las universidades nacionales.