
Se confirmó que, de completarse las obras de seguridad en la pista, solo se realizaría una prueba comunitaria con TC Pick Up en agosto.

La reciente visita de Hugo Mazzacane, presidente de la ACTC, al Autódromo Juan Manuel Fangio de la ciudad de Balcarce, estuvo marcada por un hermetismo poco usual, incluso para estándares políticos. Acompañado por Roberto Argento (director de Planificación y Obras en Autódromos) y el balcarceño Rodolfo Balinotti (responsable médico de la entidad), el recorrido se mantuvo en estricta reserva, sin acceso para la prensa y con comunicados limitados a declaraciones ambiguas.
Aunque el intendente Esteban Reino había asegurado que Mazzacane se fue "conforme" con el avance de las obras —destacando mejoras en las curvas 1, 2 y 6—, su versión carece de sustento, ya que el propio Mazzacane evitó dar declaraciones. Más aún, el propio Balinotti reveló que el presidente de la ACTC esperaba ver más personal trabajando: “Lo único que no lo termina de cerrar es la cantidad de gente que trabaja, es poca. Entiende que hay que aumentar la cantidad de gente para poder llegar en términos en estos casi tres meses que nos quedan con este compromiso que se ha tomado”.
El médico además adelantó que el Jefe comunal de Balcarce se comprometió a culminar las obras en “uno o dos meses”, y de completarse los trabajos para fines de agosto, solo se realizaría una prueba comunitaria con TC Pick Up, debido a las limitaciones del sector de boxes.
También, aclaró que el proyecto de las obras está dividido en dos partes: la primera, que es la actual y que tiene por objetivo mejorar las condiciones de seguridad de la pista, y la segunda “que es para más adelante, para que pueda venir el Turismo Carretera”, implica la remodelación total de los boxes y su expansión, ya que según el profesional no es viable contener los aproximadamente 120 autos que compiten, sumados a los vehículos y equipamiento logístico que acompaña a cada piloto.
¿Por qué tanta opacidad? Tal como informara este medio días atrás, la ACTC enfrenta una crisis institucional por el reconocimiento del Automóvil Club Argentino como único representante de la FIA en el país, lo que debilita su histórica hegemonía. En este contexto, la visita de Mazzacane no parece casual: ¿busca presionar al Municipio para acelerar las obras o simplemente cumplir con un protocolo, mientras el Fangio sigue lejos de estar operativo?
Lo cierto es que, entre supuestas conformidades, silencios elocuentes y obras bajo sospecha, la gestión del autódromo sigue sumida en la opacidad. Y mientras Reino habla por otros, Balcarce espera respuestas que no llegan.
Recorrida bajo cuerda
El secretismo de la visita de Mazzacane contrasta con los graves problemas reportados en las obras: grietas en la pista, demoliciones por fallas estructurales y un ritmo de trabajo errático, que pasó de la lentitud inicial a un frenetismo improvisado en los últimos días. Además, persisten dudas sobre el destino de los casi 1.200 millones de pesos invertidos, sin una rendición de cuentas clara.¿Por qué tanta opacidad? Tal como informara este medio días atrás, la ACTC enfrenta una crisis institucional por el reconocimiento del Automóvil Club Argentino como único representante de la FIA en el país, lo que debilita su histórica hegemonía. En este contexto, la visita de Mazzacane no parece casual: ¿busca presionar al Municipio para acelerar las obras o simplemente cumplir con un protocolo, mientras el Fangio sigue lejos de estar operativo?
Lo cierto es que, entre supuestas conformidades, silencios elocuentes y obras bajo sospecha, la gestión del autódromo sigue sumida en la opacidad. Y mientras Reino habla por otros, Balcarce espera respuestas que no llegan.