

El Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) de Balcarce junto a padres de alumnos del jardín maternal y guardería "Pulgarcito", emplazado en el Cerro "El Triunfo", emitieron un contundente ultimátum: si el próximo lunes el Municipio no inicia las obras de reparación del establecimiento, ellos mismos comenzarán los trabajos de refacción.
La advertencia surgió tras un abrazo simbólico realizado este jueves frente al edificio, donde se denunció el abandono del espacio educativo que permanece cerrado desde hace seis meses. Xoana Martínez, secretaria general del STM, fue categórica: "Mientras se hacen arreglos en el Concejo Deliberante, hay chicos sin comer y sin poder asistir a la guardería. Si el lunes no empiezan las obras, nosotros mismos las haremos".
Un servicio vital en riesgo
Desde su cierre temporal, los 45 niños que asistían al Pulgarcito fueron derivados a la UDI Evita, ubicada en el barrio Hipólito Yrigoyen. Sin embargo, la matrícula se redujo a la mitad debido a las dificultades económicas de las familias para trasladar a sus hijos. "Tres de las cuatro comidas principales las hacen acá: desayuno, almuerzo y merienda. Se les está quitando a los niños el derecho a la alimentación", denunció Martínez.Inés Lines, coordinadora del jardín, destacó el valor comunitario del espacio: "Este jardín ha cobijado a muchos niños desde el amor. Lo que significa monetariamente para el Municipio es mínimo. Solo hace falta voluntad".
Los organizadores denuncian un intento velado de cierre definitivo. "Lo que se está haciendo acá es algo mafioso", afirmó Martínez, recordando que las trabajadoras que denunciaron las malas condiciones fueron separadas de sus cargos.
Ante la falta de respuestas del intendente Esteban Reino y la secretaria de Desarrollo Social, Paola Moreno, el STM y las familias afectadas se preparan para actuar: están dispuestos a aportar dinero y mano de obra para las refacciones necesarias.
Pases de facturas entre concejales
La polémica por el abandono del jardín Pulgarcito llegó al recinto del Honorable Concejo Deliberante (HCD), donde se evidenció la disparidad de prioridades. Mientras avanzan las refacciones y pintura en el edificio legislativo, el concejal Ángel Enrique Guillén (La Libertad Avanza) cuestionó duramente la situación una vez finalizada la sesión de este jueves. "Es una vergüenza que mientras se pinta el Concejo, dejan abandonada la guardería", afirmó dirigiéndose al presidente del cuerpo, Agustín Cassini. La declaración generó un tenso cruce con el oficialismo, cuya respuesta no se hizo esperar: una concejala del bloque oficialista replicó con desdén, "Que vayan al Evita, son 10 o 12 cuadras nada más", mientras abandonaba el recinto. La frase, lejos de apaciguar el conflicto, refleja la profunda grieta entre las urgencias de la comunidad y la percepción de las autoridades frente a un servicio esencial para las familias más vulnerables.El contraste entre las obras en el HCD y el deterioro del "Pulgarcito" no solo alimenta la indignación de padres y trabajadores, sino que expone una discusión más amplia sobre la distribución de recursos y la voluntad política para garantizar derechos básicos. Con el ultimátum del STM vigente y el lunes como fecha límite, la presión sobre el Municipio no hace más que crecer. La pregunta que queda flotando es clara: ¿será suficiente el reclamo para mover a las autoridades a actuar, o la comunidad deberá tomar cartas en el asunto?