
Este jueves, en una mañana cargada de preocupación, Leandro Cambareri, Secretario General de APINTA Balcarce, junto a trabajadores del INTA, se reunió con el intendente Esteban Reino en el Palacio Municipal para exponer la crítica situación que atraviesa el organismo. En diálogo con Sudestada, dejó al descubierto los temores por una inminente reestructuración que cambiaría la gobernanza del INTA y pondría en riesgo su histórica autonomía.
Cambareri explicó que el cambio propuesto alteraría la composición del Consejo Directivo del INTA, donde actualmente la mayoría está en manos del sector privado. "Con esta reestructuración, el gobierno nacional tendría la mayoría en la gobernanza del INTA, lo que rompe con un sistema que funcionó durante casi 70 años", afirmó. Destacó que, históricamente, las decisiones del organismo fueron tomadas de manera conjunta entre el sector público, el privado y las universidades, garantizando políticas técnicas para el sector productivo.

El dirigente también alertó sobre las medidas que acompañarían esta reforma: 1.500 despidos, la venta de 70.000 hectáreas destinadas a investigación y la enajenación de edificios. "El INTA siempre fue un ejemplo de autonomía, pero ahora pasaría a depender del Ministerio de Economía, centralizando sus decisiones y perdiendo su capacidad de autofinanciamiento mediante convenios con PyMEs, empresas y productores", señaló.
La preocupación no es exclusiva de los trabajadores. La Mesa de Enlace ya se manifestó en contra de la medida, y el Consejo Regional del INTA, integrado mayormente por representantes del sector productivo, ha expresado su descontento en reuniones con el Secretario de Agricultura de la Nación, Sergio Iraeta, sin obtener respuestas favorables. "El decreto está por salir, y todo indica que se implementará tal como está planteado", advirtió Cambareri.
En Balcarce, el INTA es un pilar fundamental para el desarrollo agropecuario del sudeste bonaerense. Por eso, los trabajadores buscan el apoyo del intendente Reino, quien, aunque no se comprometió explícitamente, prometió contactar a legisladores del radicalismo, como el senador Maximiliano Abad, para analizar la situación.
La incertidumbre crece entre los trabajadores, quienes ven en estas medidas un golpe a la institucionalidad del INTA y a su rol estratégico en el sector productivo. Mientras esperan respuestas, el reclamo sigue en pie: defender la autonomía y el futuro del organismo.