

Una estafa de grandes proporciones afectó a cientos de hinchas y simpatizantes de todo el país durante el partido entre las selecciones de Argentina y Venezuela disputado este jueves en el Estadio Monumental de Buenos Aires. Entre las víctimas se encuentra un contingente de 40 personas de Balcarce, cuya mayoría quedó fuera del evento deportivo a pesar de haber pagado paquetes completos que incluían traslado y entradas.
La metodología fraudulenta, actualmente bajo investigación judicial, operó mediante dos mecanismos principales: la entrega de entradas apócrifas o duplicadas, y la venta de paquetes turísticos con tickets que simplemente no existían. Los afectados balcarceños adquirieron estos servicios a través de una peña de Boca Juniors local y, en algunos casos, mediante una filial de Mar del Plata, confiando en la reputación de estas organizaciones.
El escándalo estalló a pocos minutos del inicio del partido, cuando cientos de personas que arribaban desde distintos puntos del país se encontraron con que sus entradas no eran válidas para el ingreso. Esto generó discusiones, forcejeos e incidentes en las inmediaciones del estadio, donde la Policía Federal debió intervenir y procedió a la detención de algunos responsables de las peñas involucradas, incluyendo a los organizadores de Balcarce y Mar del Plata.
La situación provocó caos y angustia entre las familias afectadas, muchas de las cuales viajaron con niños que quedaron expuestos al frío sin asistencia adecuada. Testigos relataron escenas de desesperación cuando los hinchas se percataron de que habían sido estafados después de haber invertido importantes sumas de dinero y realizado largos viajes para presenciar el encuentro.
La investigación judicial ya está en marcha y busca determinar el alcance total de una maniobra delictiva que, aunque es difícil establecer el valor exacto ya que según el origen se manejaban distintos montos, se estima que se habría logrado una recaudación millonaria de manera ilícita. Además de los casos de Balcarce, hasta el momento se reportaron víctimas de localidades de las provincias de Río Negro, La Pampa, Córdoba y Buenos Aires, evidenciando una red de estafa organizada que aprovechó la pasión futbolera para engañar a hinchas de todo el país.
El episodio dejó al descubierto las vulnerabilidades en los sistemas de venta de entradas para eventos masivos. Para las familias balcarceñas afectadas, la experiencia significó no solo la pérdida económica sino también la frustración de un viaje esperado, con el peso simbólico de ser el último partido de Lionel Messi jugando en su país antes de la Copa del Mundo 2026, dejando en evidencia la necesidad de mayores controles y regulaciones para prevenir este tipo de estafas en el futuro.