El Secretario General de la Asociacion del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (APINTA) Balcarce, Francisco Stefaniuk, lamentó el rechazo al Presupuesto Nacional efectuado por la oposición en el Congreso Nacional, ya que el mismo contemplaba el pase de 900 agentes del INTA a planta permanente.
Señaló además que la mitad de la planta es transitoria, pese a que el Estado no debería tener más del 3% de sus agentes en esa condición.
"A veces no se dimensiona el impacto que tiene el Presupuesto", afirmó Stefaniuk en "Balcarce Vox", programa que emite cada sábado FM Ebeneser, y agregó que los opositores "deberían explicar como se puede manejar el país sin presupuesto".
El dirigente gremial sostuvo que la oposición no se hace cargo de la deuda que dejaron: "No se sabe dónde fueron a parar los más de 40.000 millones de dólares prestados por el FMI. Con eso no se hizo ni una ruta, ni una escuela. Son los mismos que siempre gobiernan para unos pocos", dijo.
Salarios
El ingeniero Sefaniuk afirmó que los trabajadores y trabajadoras del INTA tuvieron una significativa pérdida en el poder adquisitivo en sus salarios durante los últimos seis años. Dijo que la pérdida fue aún más notable en las categorías bajas. Al respecto señaló que un profesional con posgrado percibía por su trabajo 1.800 dólares en diciembre de 2014, mientras que hoy sólo cobra 900, tomando siempre el valor del dólar oficial. "Eso tiende a expulsar gente de la institución", dijo.
Stefaniuk sostuvo que quienes trabajan en el INTA siguen percibiendo remuneraciones por debajo de la inflación. Señaló que el aumento salarial de este año fue del 42 %, del cual el 10 % recién llegará en marzo de 2022.
Rentabilidad de los productores
Stefaniuk expresó que si bien hoy el productor de soja cobra aproximadamente 200 dólares más por la tonelada que hace un año atrás, ya que en general los comodities aumentaron un 100 % con respecto al año anterior, algunos de los insumos que utilizan aumentaron en mayor proporción aún. Citó como ejemplo a la urea que elevó su costo de 460 a 1.000 dólares.
"Si bien la soja vale el doble, los insumos aumentaron en igual o en mayor proporción. Eso disminuyó la rentabilidad del productor, y a la vez repercutió en los precios", finalizó el dirigente gremial.