"El sistema de libre empresa es la única herramienta que poseemos para poner fin a la pobreza y el hambre en el mundo", afirmó Milei durante su participación en el Foro Económico Global de Davos, en Suiza, donde se congregan líderes estatales y empresarios de todo el mundo. En su intervención, destacó que el capitalismo es un sistema político y económico "justo y moralmente superior", cuya implementación ha llevado al mundo actual a ser "más rico, libre, pacífico y próspero que en cualquier otro momento de la historia".
Milei expresó su preocupación por el peligro que, según él, enfrenta Occidente al ser influenciado por una visión del mundo que inevitablemente conduce al socialismo y, por ende, a la pobreza. Argumentó que la crítica de la izquierda al capitalismo es principalmente moral y que la justicia social no contribuye al bienestar general de las poblaciones, sino que resulta en coacción y una disminución de la libertad debido a una mayor carga impositiva.
El presidente destacó que el abandono del modelo de libertad en Argentina de hace un siglo y la adopción de políticas colectivistas han empobrecido a los argentinos. Defendió la figura del empresario exitoso como un benefactor social y un héroe, instando a no ceder al avance del Estado, ya que este no es la solución, sino el problema en sí mismo.
Milei también criticó la "agenda del feminismo radical", considerando que genera una "ridícula y antinatural lucha entre el hombre y la mujer", y alertó sobre los conflictos planteados por los socialistas respecto de la relación del hombre con la naturaleza, como la supuesta amenaza al planeta y la controvertida agenda del aborto.
El presidente cerró su discurso con un mensaje a los empresarios, pidiéndoles que no se dejen intimidar ni por la clase política ni por aquellos que viven del Estado, y afirmó que cuentan con Argentina como aliado firme, concluyendo con su característico "Viva La Libertad Carajo".