La tensión entre la Usina Popular Cooperativa Sebastián de María (UPC) y el Municipio de Necochea se intensifica por una deuda acumulada que supera los mil millones de pesos. Este importe se debe al impago de servicios fundamentales, como la energía eléctrica, el mantenimiento del alumbrado público y otros apoyos esenciales. La situación, que se ha prolongado durante varios años, ha llegado a un punto crítico, con la UPC advirtiendo sobre posibles cortes de suministro si no se regularizan los pagos.
El descontento de la Usina se disparó tras las declaraciones del funcionario municipal Adrián Furno, quien anunció que el Municipio adoptará una postura más estricta en el cumplimiento de los acuerdos establecidos. En respuesta, las autoridades de la UPC recordaron que los contratos deben ser cumplidos y destacaron que, a pesar de la exigencia actual del Municipio, este ha fallado en el pago por los servicios que consume.
La UPC señala que la deuda del Municipio ha provocado un serio desajuste en sus finanzas, que ya se han visto comprometidas en los últimos años debido a la falta de pagos. En lo que va del 2024, el Municipio solo ha abonado 90 millones de los 567 millones adeudados por el consumo de energía. Aunque se espera que el intendente Arturo Rojas cumpla con su compromiso de cancelar otros 90 millones en octubre, el saldo deudor sigue siendo elevado y las autoridades de la Usina no descartan adoptar medidas más severas si la situación no mejora.
En virtud de la falta de pagos, la UPC ha iniciado un procedimiento bajo el decreto 143/03, que le permitirá determinar qué suministros municipales podrían ser interrumpidos en caso de que la deuda no sea saldada. Este decreto establece las condiciones bajo las cuales la Cooperativa puede suspender servicios, lo que podría afectar áreas clave de funcionamiento del Municipio.
Uno de los puntos de conflicto es el Complejo Casino, donde la UPC instaló un medidor testigo para validar las mediciones de consumo. Los resultados han confirmado la exactitud de las facturas emitidas, lo que refuerza el reclamo de la Usina. En caso de no regularizarse el pago, el servicio al Casino podría verse nuevamente interrumpido.
Para intentar aliviar la situación, se propuso la posible designación de dirigentes radicales como enlaces entre el Municipio y la UPC, con el fin de coordinar el mantenimiento del alumbrado público. Las autoridades de la Usina consideran favorable esta iniciativa, ya que creen que podría facilitar el diálogo y la resolución del conflicto.
La UPC subraya que la falta de pago no solo afecta su situación financiera, sino que también compromete la calidad de los servicios que brinda a la comunidad. A pesar de las expectativas de un cumplimiento en octubre, la deuda pendiente es significativa, y las advertencias sobre cortes de suministro parecen ser una realidad inminente. El conflicto entre la Usina y el Municipio se mantiene abierto, y la relación entre ambas entidades atraviesa uno de sus momentos más críticos, con el futuro de los servicios públicos en juego.
Con información de Diario4V.
