El viento provocó la caída de un poste de luz. A más de una semana del "diluvio", hay zonas inundadas de agua estancada.
La noche del jueves estuvo marcada por lluvias repentinas que rozaron los 50 milímetros de precipitaciones, acompañadas de granizo, que afectaron a la ciudad de Balcarce. Estel viernes amaneció con cielo despejado, pero rápidamente la jornada se caracterizó por intensas ráfagas de viento, que a partir de la media mañana comenzaron a incrementarse, superando en varios momentos los 40 kilómetros por hora.
Si bien este fenómeno climático ayudó a secar rápidamente las calles y algunas áreas afectadas por la lluvia, también trajo consigo algunas complicaciones. Entre los incidentes registrados, los Bomberos Voluntarios tuvieron que intervenir por chapas de techo sueltas, que representaban un riesgo de voladura en diversas viviendas de la ciudad. Además, un poste de luz cedió debido a la fuerza del viento, lo que obligó a los operarios de la Cooperativa de Electricidad a trabajar de manera urgente en la reparación, particularmente en la cuadra de calle 10 entre 11 y 13.
El viento cesó cerca de la tarde, pero la temperatura descendió notablemente, manteniendo una sensación de frío en la ciudad. A pesar de esto, la preocupación de los balcarceños no se limita a los efectos inmediatos de estas inclemencias climáticas. Los daños causados por las intensas lluvias de las últimas semanas continúan afectando a varios sectores de la ciudad, especialmente en aquellos más vulnerables a las inundaciones.
Una de las zonas más afectadas es la de la Av. Pueyrredón (39), entre las calles 2 y 6, donde los terrenos se han convertido en una “laguna” de agua estancada que persiste desde hace al menos una semana. La acumulación de agua representa un grave peligro sanitario, ya que la falta de drenaje adecuado ha favorecido la aparición de mosquitos, lo que aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades como el dengue. Los vecinos de esta área están particularmente preocupados, ya que la situación no parece tener una solución a corto plazo.
La zona de 33 y 18, afectada hace más de una semana por las lluvias. |
Residentes de la zona de calles 33 y 18 expresaron su frustración ante la repetida falta de respuesta por parte de las autoridades municipales. En diálogo con Puntonueve, un vecino relató que, debido a las lluvias, el agua volvió a ingresar a varias viviendas, lo que generó gran alarma entre los habitantes. "Les pedimos que limpien las bocas de tormenta, pero no lo hicieron", lamentó. Además criticó la falta de acción del gobierno municipal. "El intendente solo aparece para las fotos, pero no soluciona nada", agregó, exigiendo una gestión más comprometida con las necesidades de los barrios afectados.
El malestar es generalizado, y los vecinos afectados, en su mayoría personas de bajos recursos, han decidido tomar la iniciativa para proponer una solución técnica al problema. Presentaron un proyecto firmado por un ingeniero de Mar del Plata que podría ser clave para resolver las inundaciones recurrentes en la zona. "Queremos soluciones, estamos cansados de perder cosas por culpa del agua", enfatizó Roberto, representando el sentir de muchos otros en la comunidad que aguardan una respuesta efectiva a sus demandas.
En tanto, la situación continúa siendo un tema de debate y preocupación, no solo por los daños inmediatos causados por las lluvias y vientos, sino por la falta de medidas concretas para prevenir futuras complicaciones. La expectativa es que las autoridades locales se comprometan a una acción real y a largo plazo para evitar que este tipo de situaciones se repitan en el futuro.