
La zona de avenida Dorrego (40) y calle 47 se ha convertido en un punto preocupante para la seguridad vial de la ciudad. A pesar de una solicitud formal presentada el 11 de noviembre de 2024 por un grupo de vecinos, el Municipio aún no ha dado respuesta.
En la nota dirigida al intendente Esteban Reino y al Secretario de Planeamiento, Obras Públicas y Servicios Públicos, Ing. Gustavo Torres, los vecinos expresaron su preocupación por el “alto nivel de tránsito vehicular” y la “velocidad con la que se transita por la zona”, lo que genera “un importante riesgo para los conductores, peatones y ciclistas que a diario circulan por allí”.
Para abordar esta situación, los solicitantes pidieron la evaluación de la “colocación de ‘LOMAS DE BURRO’ DE HORMIGÓN o ASFALTO” y reductores de velocidad en el cruce de la Avenida Dorrego y la calle 47. “La instalación de dichos dispositivos contribuiría a reducir la velocidad de los vehículos que atraviesan este punto conflictivo”, argumentaron, enfatizando la necesidad de mejorar la seguridad de la comunidad.
A pesar de la claridad y urgencia de la solicitud, han pasado más de tres meses sin que se haya tomado ninguna medida. La falta de respuesta por parte del Municipio no solo genera frustración entre los vecinos, sino que también pone en evidencia una preocupante desatención hacia un problema que afecta la calidad de vida de quienes transitan por esta zona.
La comunidad ha mostrado incluso su disposición para colaborar, quedando “a disposición para cualquier consulta o reunión” que permita analizar la situación en profundidad. Sin embargo, la inacción del gobierno local plantea serias dudas sobre su compromiso real con la seguridad vial.
A pesar de la incertidumbre e intranquilidad que manifiestan, un vecino de la zona expresó: "Nos mienten en la cara", argumentando que de manera informal un funcionario se habría comprometido a brindar una solución inmediata.