
En el marco previo de la cuarta sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Balcarce, José Martínez Temundegui, apoderado de Cundir S.A., empresa concesionaria del Frigorífico Municipal, utilizó la banca pública para expresar una postura firme y argumentada en contra de una posible venta del predio. La intervención tuvo lugar minutos antes de que el cuerpo aprobara una nueva prórroga del contrato de concesión, mientras el proyecto de venta o subasta aún permanece en etapa de debate preliminar y deberá ser tratado en los próximos meses.
“Yo me opongo categóricamente a la venta del frigorífico”, sentenció el representante de la firma, dejando en claro que hablaba no solo como apoderado, sino también como ciudadano de Balcarce. Su discurso combinó una mirada histórica, técnica, económica y social sobre la importancia del establecimiento para la comunidad.
Un activo municipal sostenido por décadas
El frigorífico, fundado en 1980 y actualizado en 2007, fue concebido como un proyecto colectivo para fomentar el empleo local. El empresario recordó que durante más de 40 años fue operado por dos empresas —Pacamurú y Cundir S.A.— bajo concesión, y que siempre permaneció bajo propiedad del Municipio.Según detalló, Cundir lleva 18 años de operación continua, abonando un canon que hoy ronda los 10 millones de pesos mensuales, lo que se traduce en más de 2,1 millones de dólares desde el inicio del vínculo, además de un desembolso inicial de 1,2 millones. “El frigorífico está holgadamente pagado”, afirmó, sugiriendo que su venta no se justifica desde una perspectiva económica.
También remarcó que desde hace tres años la empresa opera sin contrato vigente, lo que no impidió que se realizaran inversiones exigidas por la normativa sanitaria. Como ejemplo, mencionó la adecuación para la salida de carne trozada a comienzos de este año que a los pocos días quedó sin efecto: “Fue una inversión hecha al pedo”.
Preocupación por el futuro del predio
Uno de los ejes más sensibles de su exposición giró en torno al estado del terreno donde se asienta la planta. El frigorífico fue declarado sobre 50 hectáreas, pero, denunció, 35 de ellas “han desaparecido” debido a ventas de parcelas autorizadas por el propio Municipio. Pese a ello, la empresa continúa pagando el canon por la totalidad de la superficie.Además, advirtió que parte de esos terrenos desmembrados hoy están abandonados o tienen usos que podrían poner en riesgo la habilitación del frigorífico a un eventual nuevo concesionario, como talleres de chapa y pintura o plantas de reciclado de bidones fitosanitarios. “No sé si puede ser rehabilitado con esas condiciones. Es muy complejo operar una venta”, expresó.
Valor social e identidad local
El apoderado también apeló al sentido de pertenencia de los balcarceños: recordó que el frigorífico fue impulsado por un grupo de carniceros locales y que hoy trabajan allí entre 80 y 120 personas en forma directa, incluyendo a las terceras generaciones de aquellas familias. “Trabajo digno. Mejor o peor remunerado según los tiempos, pero genuino. No creo que una venta pueda garantizar eso”, advirtió.Finalmente, hizo un llamado directo a los 18 concejales: “Quisiera que alguno por lo menos vaya y conozca el lugar que se va a poner a la venta”, pidió, cuestionando también el posible mecanismo de remate. “No sé si da sensación de transparencia, viendo cómo se vendieron los otros lotes”, concluyó.