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| Obras en el autódromo (foto archivo). |
La reciente actividad en el autódromo “Juan Manuel Fangio”, al pie de la sierra "La Barrosa" de Balcarce, generó un amplio debate entre dirigentes del automovilismo, autoridades deportivas y referentes de la ciudad, luego de que circularan imágenes y videos de un vehículo conducido por Juan Catalán Magni girando en el circuito, en el marco de una actividad comercial privada, y en condiciones que motivaron cuestionamientos sobre la seguridad y la habilitación de la pista.
El hecho derivó en una carta pública enviada por Sebastián Fiori (ex dirigente, socio fundador de la Asociación Autódromo Balcarce) a la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) del Automóvil Club Argentino (ACA), donde se solicitaban precisiones sobre la situación reglamentaria del escenario, y en una posterior respuesta formal del organismo. El intercambio abrió un escenario de interpretaciones encontradas sobre la responsabilidad institucional, las condiciones del trazado y el futuro del autódromo.
La carta de Fiori
En una carta dirigida a la CDA, Sebastián Carlos Fiori, en su carácter de ciudadano y Socio Fundador de la Asociación Autódromo Balcarce, manifestó su "profunda preocupación" por los hechos ocurridos días pasados en el autódromo Fangio. Afirmó que el vehículo de Turismo Carretera en cuestión circuló en el circuito "que no cuenta con la habilitación correspondiente, con sistemas de seguridad incompletos, en construcción y deficientes", calificando el hecho como un "incumplimiento grave de las normas de seguridad deportiva" que puso en riesgo la integridad física de las personas.El remitente solicitó formalmente a la CDA que informe si tuvo conocimiento previo del evento, aclare los procedimientos para prevenir el uso de circuitos no habilitados e indique las medidas concretas para evitar su repetición. En tono crítico, Fiori cuestionó la actuación del Autoclub Balcarce, representante local de la CDA, por su "pasividad y falta de autoridad", señalando que el autódromo "no resiste una auditoría técnica seria" en lo concerniente a la seguridad.
Fiori fundamentó su reclamo argumentando que la licencia deportiva de la CDA obliga a los pilotos a respetar el reglamento en toda actividad, incluso fuera de competencia. Advirtió que circular en un circuito no homologado viola las normas de seguridad y puede acarrear sanciones, desde multas hasta la suspensión de la licencia, ya que este tipo de acciones, además del riesgo que conllevan, "dañan la imagen de la categoría y de la CDA".
La respuesta de la CDA
La Comisión Deportiva Automovilística respondió oficialmente la misiva de Fiori, precisando, en primer lugar, que los pilotos y categorías de Turismo Carretera (TC) se encuentran bajo la órbita de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC), “una organización de pilotos que se autofiscaliza, pero que no es reconocida ni por la FIA (Federación Internacional del Automóvil) ni por el Estado Nacional” como autoridad de fiscalización del deporte motor. En consecuencia, precisaron que “la CDA-ACA no ha intervenido en el evento referido ni tiene facultades disciplinarias sobre los participantes”.Asimismo recordaron que la Comisión, como única autoridad deportiva nacional reconocida por la FIA y el Estado Nacional, es la entidad facultada para inspeccionar y homologar autódromos en la República Argentina. “El Autódromo Juan Manuel Fangio de Balcarce no cuenta con habilitación oficial vigente, ni homologación otorgada por esta CDA, motivo por el cual ninguna actividad realizada allí puede considerarse autorizada”. En términos de seguridad, fueron taxativos al indicar que la utilización de un circuito en obra, sin inspección y/o aprobación, constituye “una práctica contraria a las normas de seguridad reconocidas, pudiendo comprometer la integridad de quienes participan, así como la futura valoración técnica” del escenario.
También desde la institución se refirieron a la puja dentro del espectro que supera la barrera deportiva, expresando que, más allá de las diferencias institucionales, “lo lamentable es que la negativa a un acuerdo por parte de la ACTC (Asociación de Corredores de Turismo Carretera) genera situaciones como la aquí denunciada: al operar fuera del marco reglamentario, la CDA se ve impedida de aplicar sanciones, multas, etc, lo que expone a los pilotos a un nivel de riesgo imperdonable”. A su vez, consideraron que “seguramente no se han cumplido los requisitos de seguridad y prevención que impone el Código Deportivo Internacional (CDI)”.
La Comisión confirmó en el escrito oficial que se han comunicado con el Municipio de Balcarce, para recordarles que el ACA es el único organismo reconocido para regular y fiscalizar el automovilismo deportivo en la República Argentina. También advirtieron que se hará conocer a la FIA lo sucedido, a fin de que quede incorporado como antecedente en el expediente del Autódromo Juan Manuel Fangio, “para el caso en que en algún momento se requiera inspección u homologación de esa entidad”.
En el documento de la Comisión, que lleva la firma de Diego Mesa, encargado de seguridad y circuitos de la CDA, se afirma que la mencionada Comisión del ACA ha mantenido reuniones tanto con el intendente Esteban Reino como con funcionarios de la Secretaría de Deportes de la Provincia de Buenos Aires, con el fin que el autódromo de Balcarce se pueda alinear a los principios de seguridad de la FIA, “más aun teniendo en cuenta que las reformas actualmente en curso no cuentan con el conocimiento de esta Comisión y que por ello carecen de validez para la realización de competencias por Campeonatos Nacionales CDA e internacionales con fechas FIA”. El contundente escrito finaliza reafirmando su compromiso “con la seguridad, la transparencia institucional y la preservación del automovilismo argentino”.
¿Y ahora?
El intendente de Balcarce, como máximo responsable de los trabajos de puesta en valor del circuito, brindó declaraciones al respecto una semana atrás, defendiendo el avance de las obras en el autódromo municipal, asegurando que se encuentran “entre un 80% y 90% completadas”. Atribuyó los retrasos a la complejidad de la intervención en zona serrana, el contexto inflacionario y problemas geológicos imprevistos. Además, destacó progresos concretos en curvas y muros, aunque reconoció dificultades técnicas que obligaron a modificar parte del trazado.Frente a un artículo publicado por Sudestada, que señalaba deficiencias como la presencia de escombros, clavos sueltos y la falta de control en la obra, Reino acusó “mala intención” y falta de contexto en el informe, tildando a quienes analizan objetivamente el estado actual del circuito de “detractores”. Además de esas valoraciones, aseguró contar con los recursos para finalizar los trabajos pendientes y mantener un diálogo fluido con la Provincia y la ACTC, quienes estarían conformes con la gestión de las tareas. Sin embargo, admitió problemas iniciales en la construcción y escasez de mano de obra calificada, inconvenientes que mantienen postergada la finalización de las obras.
A más de dos años del inicio de las refacciones, la comunidad automovilística sigue esperando la reapertura de un circuito que lleva casi 14 años sin recibir al Turismo Carretera, la categoría máxima del automovilismo argentino. Aunque el compromiso oficial existe, las promesas de finalización contrastan con los informes que revelan falencias persistentes, manteniendo la esperanza —pero también la duda— sobre cuándo volverán a rugir los motores en el mítico autódromo Fangio.
